martes, 29 de noviembre de 2011

Verdadero amor. Por Thich Nhat Hanh.



Cuatro aspectos del amor según el budismo


De "El verdadero amor"

Por Thich Nhat Hanh, 2004.

·         Bondad incondicional o benevolencia. Capacidad de dar alegría y felicidad a la persona que amas. Aprender  a observar a quién amamos porque si no la comprendemos no la podremos amar. La comprensión es la esencia del amor. Dedicar tiempo a estar presente y atento y observar profundamente. A eso se le llama comprensión.   

·         Compasión. Deseo y capacidad de aliviar el sufrimiento de otra persona. Para conocer la naturaleza de su sufrimiento y ayudarla a cambiar, también hay que observarla profundamente. Para eso es necesaria la meditación. Meditar es observar a fondo la esencia de las cosas.

·         Alegría. Si en el amor no hay alegría, no se trata de verdadero amor. Si estamos sufriendo y llorando todo el tiempo o si se hace llorar a la persona que amamos, eso significa que no se trata de un verdadero amor, incluso puede llegar a ser lo opuesto a él. Si en la relación de pareja no hay alegría, seguro que no es un verdadero amor.

·         Ecuanimidad y libertad.  El verdadero amor hace alcanzar la libertad. Cuando se ama de verdad se le da al otro una absoluta libertad. Si no es así, no se trata de un verdadero amor. El otro debe sentirse libre, no solo por fuera, no también por dentro.

EL APEGO NO ES AMOR

 

Es muy fácil confundirse. Lo que entendemos por amor con frecuencia tiene más  elementos de no-amor que de lo que compone el amor verdadero. Es sorprendente la paradoja: películas, canciones, telenovelas para masas ávidas de romances dolorosos y de conflictos, revistas de farándula y nuestro mismo entorno utilizan hasta el desgaste la palabra amor para denominar todo aquello que es incompatible con el amor. Por ejemplo, pretenden que es amor celar a la pareja, vivir pegados a ella, satisfacer todos sus deseos y demandas, lo que son sólo distorsiones y enajenamiento. En el amor auténtico se da la tolerancia, la aceptación y la falta de resistencia.

 

El apego es una falsa apariencia del amor y la gran responsable del fin violento de muchas historias que parecían románticas. Se trata de un concepto capital en la filosofía budista y puede estar asociado a cosas, situaciones o personas. Para el budismo, el apego constituye la causa más importante del sufrimiento humano. 

 

En el ámbito de la pareja, el apego es muy dañino porque el mismo ímpetu que parece acercar es la causa del mayor sufrimiento y del final de la relación. Es fácil dejarse engañar por el apego porque en muchos aspectos superficiales se asemeja al amor de verdad. 

 

El sentirse apegado a las personas, objetos o situaciones es parte del condicionamiento de  todo ser humano hasta que este empieza a ser consciente de sus necesidades y temores. En el momento que se da cuenta de que lo que creía amor tenía que ver más con su necesidad es posible que esté preparado para pasar del apego al amor, o a la autonomía disolviendo el falso vínculo que lo subyugaba.

 

EL FALSO AMOR. APEGO.

·         Creencia en que el compañero puede lograr que seamos felices.

·         Pérdida de la propia identidad en el contexto del compañero. Este nos suministra una identidad artificial.

·         Deseo de adueñarse del otro.

·         Necesidad de control.

·         Celos.

·         Sentir urgencia y ansiedad si las cosas no son como queremos que sean.

·         Reactividad y defensa ante cualquier expresión del otro que despierte temor.

·         Utilización de la venganza, abuso y manipulación al sentir malestar o angustia.

·         Ansia de halagos, confirmación del propio valor, sexo, y seguridad.

·         Certeza de que el otro "nos hace felices o desgraciados".

TRANSFORMAR EL APEGO EN AMOR

 

Observarnos a nosotros mismos para darnos cuenta de las ataduras que nos unen a la pareja. La clave para darnos cuenta de eso es la presencia de dolor. Por ejemplo podemos observar cómo reaccionamos, si tenemos expectativas demasiado altas, si ya no tratamos  a nuestra pareja como a un amigo respetado. Podemos percibir nuestras motivaciones para decir lo que decimos y advertir si es el miedo el que nos impulsa.
Intentar aprender a soltar la ligazón. A veces esto puede producir soledad y tristeza dentro de la relación. Implica sentir el dolor de modo individual, sin adjudicar la culpa al otro ni hacerlo responsable de nuestra pena. Volverse hacia el interior para calmarnos e identificar nuestro sentir (ser conscientes). No exigirle al otro que remedie nuestro malestar. Lo mismo se aplica para el otro, habría que dejarlo que sienta su rabia y su dolor sin intentar salvarlo por no sentirnos mal.

 

No reaccionar. Esto se lleva a cabo ignorando las voces de nuestra mente que nos taladran alimentando el miedo y lo que percibimos como amenazas.

 

Responsabilizarnos de nuestras decisiones en lugar de sentirnos víctimas. Sentirnos dueños de nuestra propia felicidad. Sentirnos menos "importantes" al focalizar con humildad en nuestro interior en lugar de hacer al compañero objeto de atención y crítica constantes.

 

Saber estar presentes ante nosotros mismos, atentos a nuestra rabia, miedo, dolor, expectativas y exigencias. Con esto podemos llegar a sentirnos libres, vitales y espontáneos en nuestra relación apreciando al compañero sin imágenes, ilusiones y expectativas. Con esto las relaciones no serán fuente de sufrimiento.

 

EL AMOR COMO MANIFESTACIÓN ESPIRITUAL

 

Deepak Chopra, médico indio radicado en California inspirado en la sabiduría de los textos védicos de la India, alienta a alimentar el amor en la espiritualidad para infundir a nuestras relaciones una mayor profundidad y significado. El aspecto espiritual del amor es el que sostiene las relaciones basadas en el verdadero amor y les permite expandirse y crecer ("El camino hacia el amor", 1997).

 

En una sociedad laica como la nuestra, cuya idea de espiritualidad está unida a las religiones organizadas dominantes, el concepto de espiritualidad causa desconfianza. No obstante, es imposible entender lo que es el amor sin entender la espiritualidad en su sentido amplio. En palabras de Osho en su libro "Vida, amor y risa.": "El estado de amor más elevado no es, en absoluto, el de la relación afectiva. El amor es una característica del ser: de la misma forma que los árboles con verdes, el que es amoroso, ama. El árbol no se pone verde para ti. La flor continúa desprendiendo su fragancia tanto si alguien se le acerca como si no, tanto si alguien la aprecia como si no. El amor es una cualidad del ser."

 

Aprender a amar es transformarse en un ser amoroso que transmite amor. El amor no es un bien escaso cuando se transforma en actitud. Tendríamos que sustituir el sustantivo por el verbo y pensar en el amor como acción. De este modo es imposible sentir soledad, ya que el amor hace posible estar unido íntimamente a todo lo que nos rodea, experimentar la verdadera felicidad, y atraer magnéticamente el amor de otros seres que aman de igual modo.

 

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe:

Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso y compulsorio, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.

_____________________________________________

Otras ideas de vida en:

http://hugobetancur.blogspot.com/

http://pazenlasmentes.blogspot.com/

http://es.scribd.com/hugo_betancur_3

Este Blog:

http://ideas-de-vida.blogspot.com/

Gangaji y sus impresiones,


Parte 1 de 8
Gangaji y sus reflexiones de vida en 8 videoclips.


Entrevista* con Gangaji

"Abrir tu corazón es detener el esfuerzo de cerrarlo"



"No estoy en contra de la meditación y la práctica. Estoy en contra de separar la práctica meditativa de la vida. Todo el mundo trata de hacer algo para despertar: emprende retiros, prácticas... Para despertar no has de hacer nada porque tú no estás separado de lo que está despierto, eres eso".

[Dice Gangaji...:]
Era una niña bien con padres alcohólicos. Eso me producía tristeza y vergüenza.

Entiendo.
 “En ese contexto, a los seis años, tuve una experiencia que hoy sé que era de naturaleza espiritual, pero entonces me asusté mucho.

¿Qué le pasó?
 “Sentí que mi cuerpo desaparecía, corrí a contárselo a mi madre y me enviaron a un psiquiatra que me dio ansiolíticos. A los 20 años empecé a meditar y en aquel espacio controlado, cuando tenía esa sensación, no me asustaba, así que dejé las pastillas.

¿Qué andaba usted buscando?
 “Una vida convencional, una familia feliz. Yo sólo quería ser normal.

¿Lo consiguió?
 “Sí, me casé a los 23 años con un hombre maravilloso y tuvimos una hija. Era médico, un padre excelente y un buen amigo. Pero yo no era feliz. Me costó mucho hacerme responsable de mi felicidad.

¿Abandonó a su marido?
 “Sí, creía que tenía que haber algo más en la vida que un marido perfecto, el trabajo adecuado, posición social y una hermosa niña.

Ambiciosa.
 “En los años setenta me fui a San Francisco. Tuve muchos amantes y lo pasé bien. Pero seguía sintiéndome vacía. Empecé mi búsqueda espiritual e hice distintas terapias.

Proliferaban entonces los gurús.
 “Me senté frente a todos, pero la infelicidad persistía. Entre tanto conocí a mi actual marido, estudié acupuntura y monté una consulta que tuvo mucho éxito, pero seguía sintiendo que algo me faltaba. Nos mudamos a Hawái en busca de una vida sencilla.

Pero ¿qué le pasaba?
 “Por mucho que la buscara, no hallaba la paz. Nunca me había atraído el camino hindú, pero acabé en la India a los 48 años. Rogué por un maestro y encontré a Papaji. Enseguida supe que estaba en el lugar correcto.

¿Qué luz le encendió?
 “Me enseñó a parar de buscar. Yo siempre busqué respuestas fuera de mí. Comprendí que mi actividad mental giraba en torno a la búsqueda constante de un punto de referencia de quién y cómo era yo. Pero a medida que la actividad mental comenzó a disiparse, lo que quedaba era paz profunda.

¿Una paz que no era hija de ninguna estrategia?
 “Exacto. Yo intentaba escapar de una infancia desdichada, ese era el nombre que yo le daba al vacío que todos sufrimos. Hoy mi mente puede estar agitada, puedo estar triste o enfadada, pero sé que debajo está la plenitud del ser, y siempre estuvo ahí pero no le prestaba atención. Prestaba atención a las cosas que iban mal.

¿Dejó de buscar dentro y fuera?
 “Sí. Cuando paras de buscar, sea en el camino espiritual o en el material, te das cuenta de que lo que estás buscando ya está en ti. La detención de los pensamientos no es una práctica, simplemente es la oportunidad de ver que existe la opción de no seguirlos.

¿Y?

Cualquier cosa que pienses de ti mismo, simplemente detén ese pensamiento. Debajo de ese pensamiento hay una emoción. Si es un pensamiento negativo, la emoción es dolor. No importa, experimenta esa emoción. En ese estar dispuesto a no luchar contra ese dolor se descubre algo.

¿De qué tipo?
 “La tendencia es escapar, pero si te mantienes ahí, te abres, acabas descubriendo tu naturaleza, que es plenitud. Es duro, pero es muy simple y tiene que ver con reconocer la resistencia, porque resistiéndonos al dolor le añadimos sufrimiento.

El cotidiano ya es bastante duro como para añadirle un buceo en el dolor.
 “Si eres fiel a la verdad, puedes soportar cualquier cosa. Para mí decirme la verdad fue decirme "soy infeliz". Durante 50 años me resistí, creí que un buen marido, una buena carrera, una familia... me darían la felicidad.

¿No se la dieron?
 “Sí, pero hay una felicidad más profunda que no depende del exterior. Yo tuve que dejar de decirme a mí misma qué es lo que me hacía infeliz para descubrirla.

Tú te dices "estoy vacío y triste", ¿y sigues con tu vida?
 “No se trata de lo que te dices a ti mismo, sino de estar dispuesto por un momento a dejar de decirte cosas sobre ti mismo y descubrir qué es lo que hay que no necesita definición. Decimos cosas sobre cosas para controlarlas. Lo que yo propongo es abrir la mente dispuesto a descubrir lo que hay.

¿Es una actitud?
 “Sí, estar dispuesto es una actitud de inocencia adulta: ¿qué quiero realmente?... Yo te propongo un minuto al día de parar de luchar, de pretender alcanzar algo, de esconderte, y de una manera natural se da el descubrimiento, no lleva tiempo porque ya está aquí, en tu naturaleza, en tu interior, si estás dispuesta a no culpar a nadie más, ni siquiera a ti misma.

Lo complicado de lo sencillo.
 “No es que la gente no vaya a traicionarte. No es que no vayan a romperte el corazón una y otra vez. Abrirse a lo que está presente puede ser desgarrador. Pero deja que se te rompa el corazón porque, cuando así ocurre, el corazón sólo revela un núcleo de amor irrompible.

¿Qué entiende por abrir el corazón?
 “Abrir tu corazón significa detener el esfuerzo de cerrarlo.”



Gangaji. Autora de "Libre de la tiranía de la mente". Pesquisadora e instructora de espiritualidad. Su nombre de nacimiento fue Merle Antoinette Roberson (Toni), nacida en Texas en 1942.  Graduada de la Universidad de Mississippi -University of Mississippi-  in 1964. En 1972 se trasladó con su familia a San Francisco. Allí se divorció y emprendió cambios en su vida que incluían sus relaciones y actividades tradicionales e inicio un aprendizaje propio dirigido a la pesquisa espiritual de la vida. Estudió sobre los Bodhisattva, el Zen y la meditación Vipassana bajo la asistencia del “Tibetan Buddhist Meditation Center”. “69 años. Nací en Texas. Casada dos veces, tengo una hija y cuatro nietos. Estoy licenciada en Literatura Inglesa, pero viajo por el mundo hablando con la gente. La libertad política te permite indagar libertades más profundas. Todos estamos conectados a través de la conciencia.”

*Publicado en:

Preceptos de vida



14 PRECEPTOS DE LA ATENCIÓN PLENA

 

Thich Nhat Hanh

 

 

1. Conscientes del sufrimiento causado por el fanatismo y la intolerancia, estamos decididos a no idolatrar o atarnos a ninguna doctrina, teoría, o ideología, ni siquiera las budistas.

Las enseñanzas budistas son guías que nos ayudan en el aprendizaje de observar con profundidad y en el desarrollo del entendimiento y la compasión. No son doctrinas por las que haya que pelear, matar o morir.

 

2.- Conscientes del sufrimiento causado por el apego a puntos de vista y a percepciones equivocadas, estamos decididos a evitar tener una mente estrecha y a no aferrarnos a los puntos de vista actuales.

Aprenderemos y practicaremos el desapego a puntos de vista para estar abiertos a los conocimientos y experiencias de los demás.

Somos conscientes de que el conocimiento que poseemos actualmente no es inmutable ni una verdad absoluta.

La verdad se encuentra en la vida, y observaremos en cada el momento la vida en nuestro interior y alrededor nuestro, preparados a aprender durante toda la vida.

 

3. Conscientes del sufrimiento que causamos al imponer nuestros puntos de vista a los demás, nos comprometemos a no obligar a otros, ni siquiera a nuestros hijos, y por ningún método-como el uso de autoridad, amenazas, dinero, propaganda o adoctrinamiento-a adoptar nuestros puntos de vista.

Respetaremos el derecho de los demás a ser diferentes y a escoger qué creer y decidir. Sin embargo, ayudaremos a los demás a renunciar al fanatismo y estrechez mental a través del diálogo compasivo.


4. Conscientes de que el observar con profundidad a la naturaleza de sufrimiento nos puede ayudar a desarrollar compasión y a encontrar salidas del sufrimiento, estamos decididos a no evitar o cerrar nuestros ojos al sufrimiento.

Nos comprometemos a encontrar formas, incluyendo el contacto personal, las imágenes y sonidos, para estar con los que sufren, de manera de compenetrarnos con su situación y ayudarles a transformar su sufrimiento en compasión, paz y alegría.

 

5.-Conscientes de que la verdadera felicidad está arraigada en la paz, entereza, libertad y compasión, y no en la riqueza o fama, estamos decididos a no tomar como meta de nuestras vidas la fama, lucro, riquezas o placeres sensuales, ni a acumular riqueza mientras millones están hambrientos y moribundos.

Nos comprometemos a vivir con sencillez, compartiendo nuestro tiempo, energía y recursos materiales con esos necesitados.

Practicaremos el consumo atento, desechando el alcohol, las drogas o cualquier otro producto que introduzca toxinas en nuestro cuerpo y consciencia, así como en el cuerpo y consciencia colectivos.

 

6.  Conscientes de que el enojo bloquea la comunicación y crea sufrimiento, estamos decididos a encargamos de la energía del enojo cuando surja y a reconocer y transformar las semillas del enojo que yacen en lo profundo de nuestra consciencia. Cuando surja el enojo, estamos decididos a no hacer o decir nada, sino a practicar la respiración atenta o el caminar atento y a reconocer, abrazar y observar profundamente a nuestra enojo.

Aprenderemos a mirar con los ojos de la compasión en aquellos que pensamos son la causa de nuestra enojo.

 

7.- Conscientes de que la vida está disponible sólo en el momento presente y de que es posible vivir con felicidad en el aquí y el ahora, nos comprometemos a entrenarnos a vivir con profundidad cada momento de la vida diaria. Intentaremos no perdernos en la dispersión o ser arrastrados por los remordimientos sobre el pasado, las preocupaciones acerca del futuro, o los anhelos, enojos o celos del presente.

Practicaremos la respiración atenta para regresar a lo que ocurre en el momento presente.

Estamos decididos a aprender el arte del vivir con atención, haciendo contacto con los elementos maravillosos, refrescantes y curativos que están dentro y alrededor nuestro, y alimentando nuestras semillas de alegría, paz, amor y comprensión, facilitando así el trabajo de transformación y curación en nuestra consciencia.

 

8. Conscientes de que la falta de comunicación siempre trae desunión y sufrimiento, nos comprometemos a entrenarnos en la práctica de escuchar con compasión y hablar con amor. Aprenderemos a escuchar profundamente sin juzgar o reaccionar y nos abstendremos de pronunciar palabras que puedan crear discordia o división en la comunidad.

Haremos todo lo posible por mantener las comunicaciones abiertas, así como por reconciliar y solucionar todos los conflictos, por pequeños que sean.

 

9.  Conscientes de que las palabras pueden crear sufrimiento o felicidad, nos comprometemos a aprender a hablar veraz y constructivamente, usando sólo palabras que inspiran esperanza y confianza.

Estamos decididos a no decir falsedades por interés personal o para impresionar a la gente, ni a pronunciar palabras que puedan causar división u odio. No propagaremos noticias cuya certeza no nos conste ni criticaremos o condenaremos cosas de las que no estamos seguros.

Haremos lo mejor que se puede para expresarnos públicamente acerca de situaciones de injusticia, aunque esto amenace nuestra seguridad.

 

10.  Conscientes de que la esencia y meta de una Sangha son la práctica del entendimiento y de la compasión, estamos decididos a no usar a la comunidad budista para ganancia o lucro personal o a transformar a nuestra comunidad en un instrumento político.

Una comunidad espiritual, sin embargo, debe tomar una posición clara en contra de la opresión y la injusticia y debe esforzarse en cambiar la situación, sin tomar partido.

 

11. Conscientes de la enorme violencia e injusticia a que han sido sometidos nuestro ambiente y sociedad, nos comprometemos a no vivir de una profesión dañina para humanos y naturaleza. Haremos lo mejor que se puede para elegir una forma de sustento que nos ayude a realizar nuestro ideal de entendimiento y compasión.

 Conscientes de las realidades globales económicas, políticas y sociales, nos comportaremos responsablemente como consumidores y ciudadanos, no invirtiendo en compañías que privan a otros de su oportunidad de vivir.

 

12. Conscientes de que mucho sufrimiento es causado por guerras y conflictos, estamos decididos a cultivar lo no-violencia, el entendimiento y la compasión en nuestra vida diaria, a promover la educación sobre la paz, la mediación consciente y reconciliación, dentro de las familias, comunidades, naciones y el mundo.

Estamos decididos a no matar ni dejar que otros maten. Nos empeñaremos en observar con profundidad en nuestra Sangha, para descubrir formas mejores de proteger la vida y prevenir la guerra.

 

13. Conscientes del sufrimiento causado por la explotación, la injusticia social, los robos y la opresión, nos comprometemos a cultivar el amor compasivo y a aprender formas para trabajar por el bienestar de gente, animales, plantas y minerales.

Practicaremos la generosidad compartiendo nuestro tiempo, energía y recursos materiales con los necesitados. Nos comprometemos a no robar ni poseer nada que debería pertenecer a otros. Respetaremos la propiedad ajena, pero no permitiremos que nadie saque provecho del sufrimiento humano o del sufrimiento de otros seres.

 

14. (Para los laicos): Conscientes de que las relaciones sexuales motivadas por el deseo no puede disipar el sentimiento de soledad sino que crean más sufrimiento, frustración y aislamiento, estamos decididos a no involucramos en relaciones sexuales sin entendimiento mutuo, amor y un compromiso a largo plazo.

   En las relaciones sexuales, debemos darnos cuenta del sufrimiento futuro que podamos estar causando. Sabemos que para preservar la felicidad nuestra y ajena, debemos respetar los derechos y compromisos de nosotros mismos y de los demás.

Haremos todo lo posible para proteger a los niños del abuso sexual y proteger a las parejas y familias del rompimiento por la conducta sexual errónea.

     Trataremos a nuestros cuerpos con respeto y preservaremos nuestras energías vitales (sexual, de respiración y espiritual) para la realización de nuestro ideal de bodhisattvas.

Estaremos bien conscientes de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo y meditaremos sobre el mundo al cual traeremos nuevos seres.

(Para los miembros monásticos): Conscientes de que la aspiración de un monje o una monja sólo puede realizarse cuando él o ella abandona totalmente los lazos del amor mundano, estamos comprometidos a practicar la castidad y a ayudar a los otros a que se protejan.

Somos conscientes que la soledad y sufrimiento no pueden ser aliviados por la unión de dos cuerpos en una relación sexual, sino por la práctica del entendimiento verdadero y la compasión.

Sabemos que una relación sexual destruirá nuestra vida de monje o monja, nos impedirá realizar nuestro ideal de servir a los seres vivos y dañará a otros. Estamos decididos a no reprimir o maltratar a nuestro cuerpo o usarlo sólo como un instrumento, sino a aprender a manejarlo con respeto.

Estamos decididos a preservar nuestras energías vitales (sexual, de respiración y espiritual) para la realización de nuestro ideal de bodhisattvas.

______________________________________

 

Otras ideas de vida en:

 

http://hugobetancur.blogspot.com/

 

http://pazenlasmentes.blogspot.com/

 

http://es.scribd.com/hugo_betancur_3

 

Este Blog:

 

http://ideas-de-vida.blogspot.com/

 



Otras ideas de vida en: